Una joven Santa Para Chile: 100 años

Todo Chile se viste de sol, mientras baja de Los Andes tu sonrisa, inundando ciudades y campos con tu azul mensaje de paz y de amor. Porque sabes amar y reír, apreciando lo sencillo de la vida: ven y entréganos tu fuego santo para que tu pueblo llegue a ser feliz. Teresita de Los Andes, Carmelita del Consuelo, danos toda tu alegría, muéstranos tu amor al Padre a la sombra de la cruz. Ahora habitas la Casa de Dios, vas tejiendo la esperanza de esta tierra dibujando en el cielo una estrella que ha de brillar siempre en nuestro corazón.
El 12 de abril se cumplieron 100 años desde que la joven Teresita de Los Andes se elevó a los cielos para ir a conversar con el tatita Dios y pedirle por nuestro pueblo chileno. Conversación que le pedimos la mantenga vigente en estos tiempos en los que necesitamos más que nunca encontrar la unidad y solidaridad por medio del amor del Padre que nunca se olvida de sus hijos de esta hermosa tierra.
En octubre de 1992 recibí una inesperada llamada telefónica de la Hermana Milagros, carmelita descalza que participaba en la Fundación y Comisión Una Santa Para Chile, encargada de los preparativos para la canonización de Sor Teresa de Los Andes, lo que se haría realidad en marzo de 1993. La Hermana Milagros me solicitó con mucha humildad que escribiera el himno oficial para todas las ceremonias y actos relacionados con este acontecimiento: “Don Eugenio -me dijo-, necesito que escriba un himno para la canonización de Teresita de los Andes. Y pronto, porque queremos darlo a conocer en noviembre”.

El país entero se preparaba para celebrar y manifestar su devoción a la primera santa chilena, una joven que, según los documentos de las propias carmelitas descalzas de Chile, había nacido en Santiago el 13 de julio de 1900 con el nombre de Juanita Fernández Solar. Estudió en el Colegio del Sagrado Corazón, destacándose como Hija de María, alumna y compañera ejemplar. A los 14 años sintió el llamado al Carmelo. Se esmeró en labrar la felicidad de los demás, sobre todo la de su familia y la de los niños necesitados. Se santificó en su vida diaria haciendo todo por amor a Nuestro Señor con alegría, sencillez y generosidad, buscando siempre Su Voluntad. A los 15 años hizo voto de castidad y prometió vivir solo para Jesús hasta el último minuto de su vida. Colaboró en las misiones a través del apostolado y la oración.
Juanita Fernández Solar tuvo el carisma de manifestar a los hombres la alegría inmensa que significa conocer y amar a Dios, llegando incluso a ofrecer su propia vida por . En mayo de 1919 ingresó al Monasterio del Espíritu Santo de Los Andes. Creció mucho espiritualmente en muy poco tiempo. Tras una corta y penosa enfermedad -que sobrellevó con heroísmo, profesando como carmelita descalza en artículo de muerte-, murió el 12 de abril de 1920 luego de padecer tifus y difteria. Tenía solo 19 años.
Sor Teresa de Los Andes fue beatificada por el Papa Juan Pablo II en Santiago el 3 de abril de 1987 y canonizada en Roma el 21 de marzo de 1993.

Para mí fue un gran reto componer un himno que fuera algo así como el leit motiv musical de todo lo relacionado con la canonización de Sor Teresa de Los Andes, la primera Santa de Chile. Agradezco a Los Huasos de Algarrobal la hermosa versión que hicieron de este himno y que nos llevó a Roma para cantarlo en la Basílica de San Pedro esa mañana del 21 de marzo que no olvidaremos.

Abro mi ventana en Valparaíso, donde hago cuarentena, y hoy el día está lleno de sol y el cielo es azul.
Abril 2020