Boleros, chorrillanas y amistad

No va más el Bar Restorán Cinzano en Valparaíso. A todos nos ha entristecido esta noticia. Noches en toque de queda, estallido de violencia, pandemia, falta de liquidez, deudas. Uffff. El alma de la bohemia porteña, donde la alegría y la amistad se daban la mano, la mejor gastronomía y barra internacional. “El que no vino al Cinzano, no vino a Valparaíso”, dijo un asiduo cliente cuando fue entrevistado en la televisión días atrás.

Recuerdo una noche especial. Junto a mis hijos Eugenio y Federico y mis yernos Claudio y Felipe vivimos una velada porteña inolvidable hace algunos años. Primero, había que llegar al lugar donde comeríamos. Estábamos en la Plaza San Luis, Cerro Alegre, y teníamos que trasladarnos al Cerro Bellavista donde se ubica el Restaurant Espíritu Santo. No había mucha locomoción nocturna para llegar por esos lados. De pronto, aparece una micro con sus luces apagadas, las que se encienden por arte de magia cuando el chofer ve a este grupo de despistados en la mitad de la calle… ¿Dónde van? Los llevo. Denme luca –mil pesos- y vamos derechito al Cerro Bellavista. El chofer, como es habitual en estas micros, iba con un amigo bueno para la conversa. Poco antes de llegar a la calle donde se ubica la casa La Sebastiana que pertenecía a Pablo Neruda, se detiene la micro frente a una botillería y el chofer nos dice: hasta aquí nomás llegamos. Luchito, bájate y consíguete un Gato Negro –un tinto barato en caja-. Bajamos hacia el restaurante y disfrutamos de una amena charla y una maravillosa cena a base de mariscos y pescados, acompañada de muy buenos mostos, tipo Gato de Oro.

Nuestro próximo paso era llegar al Rincón de la Guitarra en la calle Freire. Harta cueca y vino tinto junto a unos entusiastas intérpretes…Vamos cantando…Surge el nombre de Segundo Zamora y todos cantamos…Adiós, Santiago querido, adiós Parque Forestal, cerro de Santa Lucía…Federico se anima: …Oye, podríamos ir a comer unas chorrillanas aquí al J Cruz…Estamos cerquita… A mí me parece bien ir a comer chorrillanas, pero se me ocurre que vamos al Cinzano…podemos saborear este rico plato porteño y además cantar boleros y tangos… Y partimos hacia la Plaza Aníbal Pinto. De tanto caminar entre cerros y las callejuelas del plan se me rompe la suela del zapato y mi paso se vuelve lento y curioso…Parece que le pusiste mucho al tinto…Les muestro mi zapato que tiene la lengua afuera…Tiene hambre de una buena chorrillana.

Llegamos al Cinzano, tarde ya, pero había una mesa desocupada al fondo del local y allí nos instalamos…Mientras nos traen la chorrillana, nos tomamos otro tinto, a estas alturas ya no recuerdo qué cepa era. Me acerco al escenario y canto con Carmen Corena a voz en cuello. Allí están acompañando a Carmencita los conocidos “Pollito” González y Manuel Fuentealba en una entusiasta versión del Bodeguero…Toma chocolate, paga lo que debes… También nos ponemos románticos…Solamente una vez, amé en la vida, solamente una vez y nada más…Van surgiendo boleros de Agustin Lara, Pedro Junco, María Grever, Roberto Cantoral… (Un amigo mío, directivo de la Sociedad Chilena del Derecho de Autor, me había contado tiempo atrás que fue invitado a la casa de Roberto Cantoral en el DF de México a raíz de un encuentro latinoamericano de sociedades autorales…No me vas a creer. Llegamos a la casa de Cantoral y en la entrada había como 4 ó 5 relojes de distintos tamaños y modelos. Ingresamos y en el hall, más relojes, en el comedor, más y más sonidos de tic tac…relojes por todas partes…Yo pensaba para mí mismo <<…reloj, no marques las horas, porque voy a enloquecer…>>)

Esa noche en el Cinzano entonamos El reloj de Cantoral, por supuesto. Es muy triste saber que ya no sonará más el tic tac en este tradicional bar lleno de historia e identidad, en el corazón de Valparaíso, verdadero patrimonio gastronómico y de cultura popular desde 1896…Visito el lugar un domingo en la mañana. Cortinas abajo…Aún está el afiche con los artistas de la última temporada que le daban identidad y encanto al puerto…Jueves de tangos y boleros con Oscar Aníbal…Miércoles, Jazz & Club con Alexander Muñoz desde las 20:30 horas…Viernes y sábado: Miriam González All Star…A dónde irá a parar ese vínculo afectivo alcanzado por tantas personas que disfrutaron allí de efusivos encuentros entre amigos, familiares y conocidos junto a un buen trago y algo para picar, entre cantos y bailes. Adiós Cinzano…se irá para siempre cuando amanezca después y su tic tac me recuerda mi irremediable dolor…