50 años del Festival del huaso de Olmué

Se Cumplen 50 años de vida del Festival del Huaso de Olmué y, como es ya tradición, el Parque El Patagual es el escenario que da cabida a esta muestra artística que en su aniversario recibe a un público con la mejor disposición para pasarlo bien junto a bandas nacionales y extranjeros que cultivan la cumbia, el funk o el rock; solistas y dúos de fama que cantan boleros o latigudas canciones de amor; humoristas que hacen de lo cotidiano una comedia. Hay también un grupo de inspiración de música andina y latinoamericana. Surgen nombres como Chico Trujillo, Guachupé, José Feliciano, el Dúo Pimpinela, la Chiqui Aguayo, Movimiento Original, la Combo Tortuga, Juan Pablo López…Illapu. Hay un grupo que combina cueca, cumbia y rock and roll: Silvestre.

¿Huasos? En la competencia. Se han seleccionado ocho temas inéditos de raíz folklórica de autores y compositores nacionales con intérpretes como Los Huasos Corraleros de Santiago, Los Huasos del Camino, grupo Kantarauco, Marcela Moreira; Poulette Santis, Sergio Veas, Horacio Hernández, Miguel Ángel Pellao, Ankaly. Todos quieren alcanzar el famoso Guitarpín, trofeo que va acompañado de premios en dinero sonante y constante.

Hace un par de meses fui invitado por mi amigo Manuel Vilches a tomar un café de mediodía en la Casa Zañartu, en el barrio de Santa Ana, en el corazón capitalino. Quería comentar conmigo su tesis “El milagro del último rincón; la exitosa construcción del mito tradicional del Festival del Huaso de Olmué” con la cual optó al grado de magíster en artes con mención en musicología. En su trabajo, concluyó que el citado festival es un evento creado en un momento crucial de un incipiente municipio que tiene como gran objetivo el desarrollo turístico. Y resume: <<Siempre tuvo mucho más de festival que de huaso y su esencia tradicionalista es más bien el éxito del discurso fundacional del municipio>>.

La tesis es un completo trabajo, muy bien documentado, que destaca la historia del festival, desde sus orígenes hasta nuestros días en que la televisión ha cobrado un rol protagónico en su organización. Manuel me explica que junto a las autoridades municipales y los productores de televisión hay muchas otras voces que participan en las decisiones al momento de dar forma a cada versión del festival: sellos disqueros, artistas, acontecimientos políticos, público, auspiciadores…

En su tesis, Manuel explica que resulta casi <<imposible unir al multitudinario evento que reúne cerca de cinco mil personas cada noche y al tranquilo lugar que aún no cuenta con semáforos y que parece destinado a ser un sitio de descanso para turistas. Justamente, la idea es mostrar cómo se dio el paso desde una pequeña localidad agrícola dependiente de Limache a un municipio fundado dos veces que, a partir de su instauración definitiva en 1966, generó una serie de iniciativas que permitían darle impronta y visibilidad. También se realizó una revisión de la música huasa desde sus orígenes hasta hoy, como una manera, primero, de plantear su condición de música mediática, surgida a partir de una idea tradicional pero que rápidamente adquirió características acordes a lo que requería la industria de esa época. Al ser por largos años el modelo excluyente de chilenidad, en ella se revisa también cómo la baja de su popularidad o los cambios de repertorio de varios de sus intérpretes más connotados son vistos como “una derrota” en la inclusión de la música de raíz en la industria desde hace largos años. Su actual estado de deterioro y hasta con fecha de vencimiento, como aseguran algunos de sus exponentes más connotados, permiten dar el marco de cómo se las ha arreglado un festival para seguir su vida pese a que su modelo inicial, al parecer, no tiene el caudal suficiente para abastecer una muestra anual de esas características…>>

En todos estos años, solo una canción ganadora en la competencia ha trascendido en popularidad hasta convertirse en un clásico del folklore chileno y ha quedado como testimonio del nombre que se le da al festival: es la tonada bien huasa “Viva Chile” de Luis Bahamonde, que interpretara Jorge Cavada y el grupo Fiesta Linda en la versión de 1976 de este evento que en 2019 celebra su cincuentenario como Festival del huaso de Olmué.

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