Fonoaudióloga se divide entre usuarios y la música
  • La cantautora ariqueña Paulina Camus ha llevado sus canciones no sólo por Chile, sino que cruzó la frontera para exportar su talento a Bolivia y Perú. “Me gusta mi profesión, pero la música es lo que más amo”, subrayó.

POR NELSON ROJAS VIVANCO

19 de julio de 2019.-

Hace 4 años que está dedicada a su gran pasión como es la música, lo que no significa que descuide su profesión de fonoaudióloga. Así es el diario vivir de la cantautora local Paulina Camus Jemio, quien se divide entre su trabajo en el Liceo “Antonio Varas de la Barra” y los escenarios.

Esta joven de 25 años de edad, quien se autodefinió “ariqueña de corazón”, es una de las beneficiarias del proyecto “Impulso del Sonido” del Programa de Apoyo al Entorno para el Emprendimiento y la Innovación, que ejecutó el 2018 Corfo en Arica y Parinacota.

“El programa a través de charlas y capacitaciones me ayudó a visualizar mi trabajo como artista de manera más profesional, porque antes no visualizaba que la gente me fuera a conocer por mi música”, reconoció la compositora que en su proyecto musical “Paulina Camus” se presenta en vivo en formato banda junto a Pamela Guerra (percusión), Alina Finlez (bajo) y Marjorie Rojas (teclado).

Explicó que no tiene un estilo determinado, sino que es una fusión que interpreta a través del instrumento conocido como Cuatro venezolano. “Mi música tiene mucho de experiencias personales, que van de la mano de la importancia acerca de la libre expresión de la mujer”, aclaró.

DESDE PEQUEÑA

La música siempre ha estado presente en la vida de Paulina. Sin embargo, contó que es la primera mujer-músico de su familia. “Siempre hubo música en mi casa. Mis padres no son músicos, pero las nuevas generaciones somos las que hemos llevado a cabo el arte. Mi hermana también canta y toca guitarra, así como también algunos primos”.

Agregó que “siempre me gustó cantar desde muy chica –desde los 2 años- melodías que estuvieran de moda. Pero no tocaba instrumentos”.

En el colegio sólo veía como sus compañeros tocaban instrumentos. Así entre los 10 y 11 años se atrevió con la guitarra, una que le sacaba a escondida a su hermana menor. “Y por oído logré sacar las canciones que tocaban mis compañeros. Pero después en clases de música saqué temas de Los Jaivas, Víctor Jara, Violeta Parra, entre otros”.

Ya en la Universidad de Valparaíso, donde estudió Fonoaudiología, en sus horas libres ganaba dinero extra cantando en el Metro de la ciudad puerto. “Me daba vergüenza tocar en la ‘U’ o delante de mis compañeros o personas conocidas, pero no tenía problemas para cantar en el Metro. Ese dinero me permitía costear parte de mis gastos como estudiante”.

Fue hasta que, en su penúltimo año de universidad (2015), las compañeras con las que compartía alojamiento le dieron la motivación necesaria. “Me dieron literalmente un empujón: me escondieron la guitarra y sólo me la devolvieron cuando canté en la ‘U’ mi primera composición. Este fue el paso inicial, porque me sentí más segura, así que luego vino una explosión musical”.

IMPULSO DEL SONIDO

A comienzos del año pasado Paulina teloneó al compositor nacional Cristobal Briceño en el Poblado Artesanal, lo que le permitió ser conocida por los encargados del proyecto Corfo “Impulso del Sonido”. “Jonathan Scott escuchó mi música y me invitó a ser parte del proyecto ‘Impulso del Sonido’”, recordó.

Así participó en una presentación que le permitió vincularse con Perú, en especial con la productora Sharon Salazar del sello musical “Zumo Colaboraciones”, que es un colectivo que trabaja principalmente con mujeres. Esto le permitió generar un contacto para conseguir lugares donde tocar, llevándola a Tacna y Arequipa, “pero todo fue costeado por mí”, subrayó.

Luego estuvo en la rueda de negocios efectuada en el Teatro Municipal, donde su talento llamó la atención de un productor boliviano, quien la llevó a cantar en mayo último al “Festival Grito Mundo La Paz 2019”.

“Es cansador trabajar durante el día en el liceo y luego dedicarme a mis ensayos, grabaciones o presentaciones. Pero la música es mi impulso, mi motivación diaria, porque si solo trabajara no lo haría tan feliz. Me gusta mi profesión de fonoaudióloga, pero la música es lo que más amo”, concluyó Paulina.

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